La dictadura en Bolivia nuevamente arma un caso para poner en practica lo mejor que saben hacer: perseguir y escarmentar a opositores, usando los medios de comunicación y la justicia. El terrorismo de estado es su debilidad y gracias al narcotráfico tienen los medios para hacerlo .

Cuando quieren empobrecer a un sector productor, en este caso de coca, para beneficiar a otro, que si responde a intereses delictivos del cual se financian los criminales que hoy gobiernan Bolivia, no puede nadie esperar que los enfrenten con pañuelos blancos, flores y palomitas dejadas en liberadas para que vuelen en señal de paz.
A los más de 42,000 socios de ADEPCOCA prácticamente les quieren quitar el sustento de vida, y no con competencia sana, sino con producción de coca para el narcotráfico.
Los cocaleros afines al Movimiento al Socialismo -MAS, no quieren un mercado paralelo para sostener sus familias y ayudar a su comunidades, (ADEPCOCA, construye sus escuelas y calles porque el centralismo jamás se ha ocupado de ellos), quieren paralelismo para tapar la producción ilegal de la hoja, los excedentes que van al narcotráfico, que como todos sabemos por investigaciones hecha por expertos más del 95% de esta es para ser procesada hasta convertirla en el “polvo de nuestra perdición y desgracia”, que les deja millones de dólares en ganancia a costillas de sufrimiento de familias bolivianas.
¿Por qué mejor no se ocupan de parar la importación de coca desde Perú?; ¿Por qué no se ocupan de designar policías a lugares donde se puede estar comercializando cocaína u otra droga ilícita?; ¿Por qué no se ocupan de sacar a los niños y jóvenes de los laboratorios o fabricas donde los tienen explotados robándole su infancia e inocencia?.
Bolivia se ha convertido en un narcoestado, que no solo pone en un hilo a la población por la crisis social que eso desencadena, sino también en peligro para la seguridad nacional de muchos países.
No esperen que los más de 42,000 socios de la Asociación de Productores de Coca – ADEPCOCA, se queden con los brazos cruzados, cuando sus demandas por respeto de la ley no han sido escuchadas, poniendo en peligro el sustento de vida que ellos tienen de manera legal.
Ellos saben muy bien que las dictaduras se financian de terrorismo, corrupción y narcotráfico.
Gracias a Dios existen hombres y mujeres que están dispuestos a darlo todo por lo que es correcto a pesar de las desventajas que tienen cuando el aparato represivo que los persigue, los tortura y encarcela lo maneja la dictadura financiada por carteles de droga que son más poderosos en armamento que la misma policía y militares bolivianos.
Después de ver como estos valientes se han enfrentado a la dictadura para demostrar a la comunidad internacional todo lo que encontraron en el mercado ilegal de coca, como los químicos para la producción de cocaína, sabiendo que esto les costará más persecución y represión, basada en la infamia, la mentira y la difamación, no queda más que sentir vergüenza boliviana al ver que son civiles los que están defendiendo el presente y futuro de nuestro país, cuando debería ser prioridad del gobierno: la niñez y juventud.

Consultora y Activista de los Derechos Humanos y prevención de trafico humano. Estudió International Women’s Health and Human Rights en Stanford Universityty. Estudió Child Protection: Children’s Rights in Theory and Practice en Harvard University. Presidente de Global Human Rights League. Presidente Editora de “El Oriental”. Conductora de Bolivia en las Redes. Nutriologa y Publicista. Exiliada política boliviana.