El pasado domingo 31 de octubre se puso en marcha la Conferencia del Cambio Climático (COP26) de las Naciones Unidas en Glasgow, Escocia, que reunirá durante varios días a los líderes políticos del mundo para discutir normas y planes de acción fundamentales para la cooperación global en materia de cambio climático.
Aunque al evento han asistido numerosos mandatarios, algunos decidieron no asistir al encuentro, como el presidente chino Xi Jinping, presidente del mayor país emisor de gases contaminantes.
El mundo sabe de la hipocresía del régimen comunista chino que tiene multimillonarias operaciones que afectan al medio ambiente, por ejemplo en Bolivia. La ausencia del presidente chino causa incertidumbre sobre el alcance que tendrán las decisiones que se tomen en la cumbre, pues el gigante asiático es justamente responsable de la cuarta parte de todas las emisiones globales.